MOTA.- POR UNA EQUIVOCACIÓN SE PUBLICÓ UN FRAGMENTO EQUIVOCADO, OFRECEMOS DISCULPAS.
Tal vez, por eso, porqué estaban volcados hacia sí mismos, los integrantes de esa generación eran obsesivos, se escribían montones de cartas, muchas de ellas fascinantes, que proponen como figura de fondo una calidoscópica y extravagante Ottoline Morrell que mantuvo por décadas un importante salón artístico e intelectual. Por allí pasaron, no sólo los del grupo Virginia Wolf, sino también Henry James, T. S. Eliot, Bertrand Russell, Robert Graves, por citar algunos pocos.
Ottoline fue mentora, mecenas de muchos de ellos, amante de unos cuantos, del pintor Augusto John, por ejemplo, y de Bertrand Russell que fue fundamental para la vida y la obra del premio "Nobel"
Ottoline ha conmovido la imaginación de los hombres, y eso, tal vez, sea lo máximo que una mujer puede hacer, dijo D H Lawrence
Lo cierto es que los pintores más importantes de su época la retrataron