Nuestra Gran Diosa del Amor, nunca fue exclusivamente nuestra. Es la misma deidad que los orientales adoraron bajo el nombre de "Ishtar" nombre que cambiamos por "Astarté"
Las historias que contaban no eran las mimas. Una de ellas; "El pez que se encontró un huevo maravilloso y grande". Que incubó una paloma y nació la Diosa.
Algunos en Atenas, quienes preferían el amor de los muchachos empezaron a distinguir entre una Afrodita del "amor común" y la Afrodita del "Amor celestial"
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