Nelson Algren. el escritor norteamericano que falleció a los 72 años de un infarto, tras agarrarse un berrinche recordando el mal uso que Simone le había dado a su relación, que la había contado en su novela "Los Mandarines" y en sus memorias incluyendo párrafos de sus cartas.
Tal vez Sartre no fue capaz de amar de verdad a nadie. Simone, sí; amo fielmente a Sartre, el amor que ella inventó para él. Por eso le aguantó a Sartre sus caprichos y desaires. Y fué Simone quien sostuvo la historia a través del tiempo, incluso cuando mantenía relaciones con otras personas. Habían dejado de ser dos cuerpos con una sóla cabeza.
Sartre estaba en la cama del hospital, y sin abrir los ojos dijo: La amo mucho a mi querida Simone, y le ofreció los labios que ella besó, y luego se durmió y murió. Conmovedora escena, perfecta culminación literaria de una vida de amor.
El patetismo de esta mentira de Simone no hace sino rubricar lo siguiente de sus actos.
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