Los herederos de la era victoriana se apresuraron, los escritores, por ejemplo Virginia Wolf, Lytton Stratchey construyeron sus obras aceptando el desorden y entraron así en el siglo XX.
Agatha (ocho años más joven que Virginia Wolf) se pasó toda la vida luchando contra el caos. Quiso recuperar ese mundo de orden y normas. Por eso sus obras policiacas son mundo circulares, juegos matemáticos no sólo de la cabeza sino del corazón en donde el bien y el mal ocupan lugares prefabricados.
Agatha fue la hija pequeña de un señorito bien que dilapidó sus rentas tan alegremente que a su muerte, sucedida cuando Agatha sólo tenía once años, dejando sin una libra a su familia.
Y así, a una edad muy temprana la futura escritora conoció la orfandad, la ruina y el amor asfixiante de una madre posesiva de la que tuvo que hacerse cargo.
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