Será curioso ver que forma definitiva adquirieron los padres en la gran novela de Virginia Wolf sobre su infancia.
Surgieron espontáneamente el padre y la madre. Los retrató separados por unos diez años, buscó lo que ella consideró el centro de sus vidas, los estados de ánimo que sostenían la acción.
Tal es loa materia prima familiar. Esto no es inventado, dijo Virginia al sumergirse de nuevo en su infancia, son hechos literarios.
Al principio vio un libro dominado por el viejo, escribió Virginia en su diario, pero la madre era un misterio.
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