Cuando describió su ascenso a la riqueza , dijo:
"Las circunstancias no significan nada. Uno las crea mediante la fuerza de voluntad" La magnitud de la fuerza de voluntad queda patente en su historia.
Pese a que había nacido en una cuna pobre se convirtió en una marquesa dueña de una gran fortuna. A los diecisiete años se casó con un sastre y pronto dio a luz a un niño. Finalmente abandonó a su esposo y a su hijo.
Aún cueste perdonar la crueldad de su decisión, en esta historia, su fuerza de voluntad resulta abrumadora.