Cleopatra
Pleno verano. El sol brillaba en lo alto del cielo
Olimpo se había sumergido hasta la cintura, esperaba que yo también me sumergiera. El agua acariciaba mis pies, pero más allá era cada vez más profundo.
La túnica me llegaba hasta las rodillas y no llevaba nada más. Dí un paso deliberadamente largo en el agua, levanté el otro pie y dí otro paso, el agua se arremolinaba al alrededor de mis rodillas, la arena se hundía bajo mis pies y yo me sumergía cada vez más...
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