La Belleza
Que la belleza haya sido una virtud de las cortesanas, no debe sorprender. El sentido común señala que ese atgributo excita el deseo.
Pero la belleza es más que un que un preludio para el placer sexual, es el placer mismo. Ante la presencia de una persona bella los ojos recorren la cara, el cuerpo pero, no sólo para registrar la belleza, sino para absorber su verdadera sustancia.
Aunque la belleza no sea un placer si cumple la experiencia, en ocasiones es peligrosa. Al contemplarla unos ojos hermosos, por ejemplo, podemos ser repentinamente vulnerables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario