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   041                     EL DANTE     En lo político, la decadencia  del Pontificado y  del Imperio preparan el advenimiento de las nuevas...

martes, 31 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                            CAÑASGORDAS             20     

 
   Hace ya un año que Daniel había desaparecido, excepto Inés y Fermín, ya nadie lo nombraba. En julio ella debía marchar a Popayán a tomar el velo de monja.
   Inés estaba recostada sobre la baranda del balcón con el pecho sobre los brazos, y viendo a ratos para un lado y a ratos para otro, un perro viejo ladraba lentamente a la luna, el cielo estaba limpio de nubes y la luna alumbraba el patio.

   De repente en la puerta de golpe, alzaban vuelo cantando unos pellares, esa era la señal de que habían sentido gente

lunes, 30 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                           CAÑASGORDAS               19

   --  ¿Qué se casa? Preguntó Daniel sin poder disimular su asombro.
   --  Pero ¿cómo saben ustedes eso?
   --  Porque Pedro oyó celebrar el trato entre mi amo y ese blanco.
   --  Pues yo creo que Pedro se equivoca, dijo Daniel
 Daniel acudió al llamamiento de don Manuel.
   --  Entra Daniel, ven a escribir.
Don Manuel dictó lo que sigue:
   Señor don Fernando de Arévalo
   Muy señor mío

La presente tiene por objeto comunicar a vuesa merced que doña Inés de Lara y Portocarrero, mi pupila, no quiere sujetar su cerviz todavía al  santo yugo matrimonial, lo cual me ha encargado que diga a vuesa merced, dándole al mismo tiempo las gracias por haberla creído digna de ser su esposa.

domingo, 29 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                                        18      

    La puerta rechinó al abrirse para darle entrada a don Fernando de Arévalo, allí le manifestó don Manuel que ese mismo día le había presentado a Inés su solicitud y que le había concedido quince días para que diera su respuesta. Don Fernando, viendo que eran las cuatro, pidió su caballo. Se despidió y partió muy descontento.
   A Daniel se le ocurrió ir a la cocina que, como él sabía, era lugar de noticias y murmuraciones.

Se sentó y trató de sacar a don Fernando de Arévalo de la conversación. Martina dijo inocentemente: dizque se nos casa mi señorita Inés con ese blanco que estuvo aquí.

sábado, 28 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                                              17     

--  Pero esta cosa es grave, ahijada, y debes resolverla según tu voluntad.
    Don Fernando debe venir hoy a saber tu respuesta.
--  Mi respuesta es muy sencilla; yo no quiero casarme.
--  No, hija, no contestes así, tan de pronto, piénsalo bien.
--  En el presente caso es inútil pensarlo; no quiero casarme. Esa es mí
     Voluntad.
--  Si su merced no me permite vivir así, le suplico me mande al convento del Carmen a Popayán.
--  No, no; aquí estás bien--  Gracias padrino.

--  Basta hija, si quieres puedes retirarte.

viernes, 27 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

              LA PROPUESTA DE DON FERNANDO DE ARÉVALO

   Tres días después de haber entrado en convalecencia Doña Inés, se presentó don Fernando de Arévalo, don Manuel lo recibió en audiencia privada.
Después de los cumplidos, Don Fernando propuso su asunto en los siguientes términos:
“Es el caso que estoy prendado de la belleza y el recato de la señorita doña Inés de Lara, su pupila, y querría, si vuesa merced no tiene ningún inconveniente, que concediera su mano.
    Veamos, padrino, que asunto es ese tan grave que me anuncia, confieso que me causa miedo:
--  Muy sencillo ahijada, don Fernando de Arévalo me ha pedido tu mano.
--  Bendito sea Dios. Pensé que fuera alguna cosa grave.


jueves, 26 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                              CAÑASGORDAS    15     


   Grande fue la sorpresa de Daniel el saber que Inés estaba en cama; que había sido preciso llamar al médico. Dio orden a Fermín para que regresara a la hacienda y él quedó allí. Permaneció toda la noche sin dormir un solo momento, pidiendo a cada rato noticias a Martina y a Andrea.
A las cuatro de la madrugada montó en su caballo, tomó la calle de San Pedro y emprendió camino hacia la hacienda.
A las tres de la tarde estuvo Fermín de regreso, cuando llegó don Juan y recibió el recado de doña Francisca.
--  Lo siento Daniel. Esta noche irás tú a Cali a ver si te ocupan en algo. ¿No te parece bien?
--  Si, don Juan, luego que obscurezca partiré.


miércoles, 25 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                          CAÑASGORDAS     14


    --  ¿Y Daniel por qué no lo quiere?
Si el niño Daniel fuera noble y rico, ese si que sería un buen marido par su merced.
--  Basta Andrea, ya puedes retirarte.
 Pronto estuvieron reunidos todos los miembros de la casa menos doña Inés.
--  ¿Dónde está mi ahijada? Preguntó don Manuel.
--  Inés no se ha levantado, contestó doña Francisca, porque se halla
    Indispuesta.
--  Es preciso saber que tiene. Andrea, ve a preguntar a tu señora si puedo entrar a verla.
--  Andrea corrió a cumplir y volvió al punto diciendo que su señorita lo
     esperaba.
--  Y bien hija mía, ¿Qué es lo que tienes? Dame el pulso. Si hija tienes
     calentura y bastante fuerte. Ahora mismo voy a mandar que te den un  bebedizo
 --  Gracias, padrino.


martes, 24 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                                  CAÑASGORDAS    13


   No me siento bien, añadió doña Inés, tengo la cabeza pesada y sufro de malestar general.
   --  Eso debe ser consecuencia de la agitación del día ¡tanta y tanta visita!
   --  ¡Y algunas tan largas!
   --  Pero ninguna más cansada que la del reinoso.
   --  ¿Quién es el reinoso?
   --  ¿Quién es el reinoso?
   --  Ese señor Arévalo, que anduvo siguiéndola el jueves santo por todas las  Iglesias.
   --  Si, ciertamente, fue la más larga de todas.
   --  Está enamorado de su merced. A mi no me gusta ese blanco, ni a Fermín
     El niño Daniel tampoco lo quiere

CAÑASGORDAS

                                                     CAÑASGORDAS    12

    El número de sacerdotes que decían misa diariamente pasaban de cuarenta. Entonces había en  un sacerdote por cada ciento sesenta habitantes. La ciudad en sus costumbres parecía un convento, la piedad era general y se hacía alarde de ella por nobles y plebeyos; todas las familias se confesaban varias veces al año, forzosamente en la cuaresma.

Las costumbres públicas eran severas, los delitos eran raros, se pasaban años sin lamentar un homicidio ni un robo. Un vecino fue juzgado por el hurto de una novilla, se le condenó a presidio y después al destierro, pero antes de esos dos castigos le cortaban las orejas.

lunes, 23 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                                     CAÑASGORDAS    11

    El número de sacerdotes que decían misa diariamente pasaban de cuarenta. Entonces había en  un sacerdote por cada ciento sesenta habitantes. La ciudad en sus costumbres parecía un convento, la piedad era general y se hacía alarde de ella por nobles y plebeyos; todas las familias se confesaban varias veces al año, forzosamente en la cuaresma.

Las costumbres publicas eran severas, los delitos eran raros, se pasaban años sin lamentar un homicidio ni un robo. Un vecino fue juzgado por el hurto de una novilla, se le condenó a presidio y después al destierro, pero antes de esos dos castigos le cortaban las orejas.

sábado, 21 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                              CAÑASGORDAS    
  

   En ese año, la ciudad se extendía desde el pie de la colina de  hasta la capilla de San Nicolás y desde la orilla del río hasta la plazuela de Santa Rosa.
   Aunque el área de la población era grande los edificios no eran tantos, porque había manzanas con sólo dos o tres casas, cada casa con espacioso solar, sembrados de árboles frutales, cacao  plátano y algunas palmas de coco.
Había entonces las mismas iglesias de hoy, los templos de San Francisco consagrado en 1828 y de San Pedro consagrado en 1842

viernes, 20 de enero de 2017

   A las cinco partieron. Las criadas del servicio habían salido adelante.
Daniel  se desvivía por conversar con doña Inés. Al pasar por la quebrada de las piedras trató de emparejarse con ella para hablarle. El potro rucio caminaba más que los otros caballos, Daniel se atrevió a preguntarle;
   --¿Le parece suave en andar de ese caballo?
   --Suavísimo, contestó ella; podría llevar un vaso de agua y no se derramaría.
   --Así es, en la hacienda no hay otro que camine como él.
   --Debieron ensillarlo para mi madrina.
   --Ese potro es el mío
   --¡Ah! ¿Este es el de usted?
   --Si, señorita.

A las seis y media entraron en la ciudad.
   En ese año, la ciudad se extendía desde el pie de la colina hasta la capilla de San Nicolás y desde la orilla del río hasta la plazuela de Santa Rosa

jueves, 19 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

    “¡a buena hora voy a aparecer con  hijo, a los cuarenta y dos años” ¿Qué dirá la gente?
    Poco importa. Buena falta me hacía un niño en la casa.
   Cuando cumplió catorce años, lo puso de aprendiz de carpintería por elección de él. Cuando el Padre propuso colocarlo en la casa de la hacienda, aceptó con gusto. Desde que llegó a la hacienda se hizo el niño mimado de todos. Las señoras que solían dar algún paseo a la caída de la tarde, lo tomaban por compañero.


                                                       

miércoles, 18 de enero de 2017

CAÑAASGORDAS

   Después de caminar varias cuadras y de doblar una esquina entró en una casa de modesta apariencia.
   Pasadas las horas salió doña Mariana llevando un envoltorio debajo de una mantilla y volvió a su casa donde llegó sin novedad. Entró y cerró la puerta con llave, puso el envoltorio en la cama, lo examinó con ansiosa curiosidad: era un hermoso niño acabado de nacer.
   Contentísima con lo que creía era un presente que Dios le enviaba, se sentó en un baúl junto a la cama, colocó al niño en su regazo y continuo contemplándolo con tanta ternura como si fuera su madre.


   

martes, 17 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

   Doña Mariana Soldevilla, una señora de buen linaje, viuda de un español que no le había dejado otra fortuna que la casa en que vivía y una negra esclava llamada Juliana.
   A tiempo en que dormía, en las altas horas de la noche golpearon suavemente la pequeña ventana y la llamaron por su nombre. Preguntó quien la llamaba y abrió la ventana.

Doña Mariana, sin despertar a su negra, salió y siguió acompañada de dos mujeres en dirección al Vallano (ella vivía en el Empedrado cerca al convento de la Merced)

lunes, 16 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                                                   
                                        
                                                        
   Inés era huérfana, había nacido en Cali, doña María, su madre, murió dejándola de siete años. Ocho años más tarde, don Sebastián, su padre,  viéndose a las puertas del sepulcro llamó a don Manuel y le dijo que el único consuelo que le quedaba era la esperanza de que él se hiciera cargo de ella como si fuera su hija.
Don Manuel le contestó:
   No se preocupe, puede contar con que Inés encontrará en mi un segundo padre amoroso y muy interesado en su suerte.
Don Manuel le dio las gracias por esa prueba de confianza

Buen comienzo de semana para todos los lectores y mi esperanza en ser leal con la obra y con los caleños.

domingo, 15 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

   En la casa de la hacienda habitaban además de don Manuel de Caycedo y Tenorio, su esposa doña Francisca, sus tres hijas y una joven que no era de la familia, llamada Inés de Lara. El Padre que acababa de llegar era Fray José Joaquín Escobar.
   Cañasgordas era la hacienda más grande, rica y productiva de todas cuantas en todo el Valle del Cauca Su territorio era comprendido entre la cordillera occidental y el río Cauca, y entre la quebrada de Lili y el río Jamundí.
   La riqueza de la hacienda consistía en numerosa vacada y partidas de ganado bravío que no toleraba que se les acercara criatura humana.


Estoy transcribiendo estos espacios de Cañasñordas con mucho interés, pero no me abandona el temor a las equivocaciones. les ruego el favor y me ayuden en la corrección.
                                                                    

sábado, 14 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

   Bien Daniel, dijo el Padre sonriéndose satisfecho con el orgullo del maestro. ¿Qué edad tienes?
--  Ya he cumplido veintidós años, según me dice mi madre.
-- ¿Doña Mariana es realmente tu madre?
-- No señor.
-- ¿Cómo se llamaba tu madre?
-- Tampoco lo se, porque la señora Mariana dice que no la conoció.
-- ¿Y tu padre?
-- Ignoro quien fue mi padre.
Habían pasado ya el hermoso llano de Meléndez y llegaban al cristalino río que llevaba ese nombre


Le doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de transcribir este nuevo capitulo de CAÑASGORDAS, 
espero poder culminar. un abrazo muy fuerte.

viernes, 13 de enero de 2017

Hoy después de once días de estar hospitalizado, vuelvo a mi búho-cien. espero que no hallen muchos error y me ayuden a mejorar lo dicho con sus comentarios.


   El último de los tres jinetes era un joven como de veinticuatro años, de color mulato, esto es, entre blanco y negro, más negro que blanco, pero las facciones mas de blanco que de negro. Cabalgaba en un trotón castaño, alto y doble, en la cintura un largo cuchillo de monte llamado machete.

   Las afueras de la ciudad ofrecían por ese lado y a esa hora bastante animación; varios vecinos volvían de su trabajo, bestias cargadas de plátanos y leña, mujeres con haces de leña en la cabeza, arrieros con sus recuas cargadas de papas y anís.

lunes, 2 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

A principios del mes de marzo de 1789 un sábado como a las cinco y media de la tarde, tres jinetes bien montados salían de Cali, por el lado del sur, en dirección a la hacienda de Cañasgordas
Iba uno en pos del otro:
   El de adelante era un hermoso joven como de veintidós años, de regular estatura, color blanco sonrosado, ojos negros rasgados.
El jinete que le seguía era un sacerdote del convento de San Francisco, frisaba en los cuarenta y era de semblante grave y mirada profunda. Iba en una mula retinta de buen paso y al parecer muy mansa.

                                                                 

domingo, 1 de enero de 2017

CAÑASGORDAS

                                              UN DESTINO            
                       De Cali a Cañasgordas
             Resumen  Ángel Contreras y Ana Moreno

   Para nosotros, los que tuvimos la fortuna de nacer en esta vieja villa de Santiago de Cali…María, de Jorge Isaac, y el Alférez Real- del doctor José Eustaquio Palacios- marcan dos épocas, dos tendencias literarias que van del romanticismo al simple naturalismo despreocupado. El escenario principal de la novela es la “Hacienda Cañasgordas”, se sospecha que al lugar le dan el nombre gracias a los guaduales que abundaban, principalmente a orillas del río Jamundí. Los conquistadores daban a la guadua el nombre genérico de caña y que, cómo la que se encontraba por aquí era tan gruesa, le llamaban GORDA.