LA PROPUESTA DE DON FERNANDO DE ARÉVALO
Tres días después de haber entrado en
convalecencia Doña Inés, se presentó don Fernando de Arévalo, don Manuel lo
recibió en audiencia privada.
Después de
los cumplidos, Don Fernando propuso su asunto en los siguientes términos:
“Es el caso
que estoy prendado de la belleza y el recato de la señorita doña Inés de Lara,
su pupila, y querría, si vuesa merced no tiene ningún inconveniente, que
concediera su mano.
Veamos, padrino, que asunto es ese
tan grave que me anuncia, confieso que me causa miedo:
-- Muy sencillo ahijada, don Fernando de Arévalo
me ha pedido tu mano.
-- Bendito sea Dios. Pensé que fuera alguna cosa
grave.
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