Bien Daniel,
dijo el Padre sonriéndose satisfecho con el orgullo del maestro. ¿Qué edad
tienes?
-- Ya he cumplido veintidós años, según me dice
mi madre.
-- ¿Doña
Mariana es realmente tu madre?
-- No señor.
-- ¿Cómo se
llamaba tu madre?
-- Tampoco
lo se, porque la señora Mariana dice que no la conoció.
-- ¿Y tu
padre?
-- Ignoro
quien fue mi padre.
Habían pasado ya el hermoso llano de Meléndez y
llegaban al cristalino río que llevaba ese nombreLe doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de transcribir este nuevo capitulo de CAÑASGORDAS,
espero poder culminar. un abrazo muy fuerte.
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