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   041                     EL DANTE     En lo político, la decadencia  del Pontificado y  del Imperio preparan el advenimiento de las nuevas...

domingo, 30 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     23     

    
   Con la revolución empiezan mis actividades políticas. Los despidos en las fábricas y las represalias contra los obreros eran el pan de cada día. Los socialistas proclaman la huelga  general. El presidente responde, declara el estado de guerra. La represión fue espantosa.


    Según cuenta Briseida, Rafael vivía en el barrio chino.  Era un  obrero que vivía en el sector más pobre de la ciudad. Vestía como un dandi  y tenía veinticuatro años, ella sólo dieciséis. Él buscaba una muñeca para exhibir. Le propuso matrimonio. Ella cuenta como fue:

sábado, 29 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     22     
                                      
    
    Las mujeres captábamos gente, y cuando había que hacer guardia o hacer pintadas, participábamos intensamente.

    Con Rafael nos peleábamos un día sí, y otro también. Era celoso, personalista, me tenía dominada y me coaccionaba por el lado sexual. Lo fue porque él fue quien supo despertar en mí el sentir  de la sexualidad. Yo las relaciones sexuales sólo las tenía con él. Pero era un hombre autoritario y soberbio.

viernes, 28 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     21    

   
   En los talleres de modistería estaban las novias de los anarquistas. En ese entonces la costumbre era que la mujer se identificara con lo que era su novio, padre o hermanos. Yo jamás he dicho a nadie, hazte comunista. Siembro donde puedo y respeto las ideas de los otros. Soy comunista de corazón. Mi amor al comunismo lo he desarrollado a través del contacto con la gente.

    La lectura del libro “La Madre” de Máximo Gorki, fue lo que me lanzó a la lucha, lo que afirmó mi conciencia, lo que aclaró mis dudas.

jueves, 27 de abril de 2017

LAS CARCELES

                         LO QUE CUESTA UN IDEAL     20     

    
   Él se propuso explicarme por qué era comunista, y se afilió a la célula de mi barrio.

   La metamorfosis empezó su proceso en Briseida, le trajo como regalo a Rafael, un comunista radical. Ella cedió. El cambio se hizo sentir, tan intenso como fue la incidencia de él en la vida de ella. Como consecuencia del Séptimo Congreso del Partido Comunista, los dos empezamos  un trabajo más amplio con la juventud, creando una serie de clubs deportivos y otras actividades. El club en el barrio de ella se llamaba, “AVANTI”.

miércoles, 26 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     19     

   
    Fui con mi hermana y mi madre a bailar a la fiesta mayor de Gracia. Allí fue donde conocí a Rafael. Me impresionó a primera vista, luego se puso muy pesado, tuve que decirle: “oiga, déjeme bailar con los demás”. Y empecé a hacerlo con todo el que me hiciera señas.

    Luego empezamos a hablar, yo le dije que mi padre era socialista, él me habló muy mal de los socialistas y me dijo que yo era socialista, nada más que por amor a mi padre. Y era verdad, mi padre con su amor y su respeto lo había determinado así. Mi madre con su coacción había logrado que yo fuera antirreligiosa.

martes, 25 de abril de 2017

LAS CARCELES

                         LO QUE CUESTA UN IDEAL     18           

  
   El objetivo más prometido era la reforma agraria. Pero no se llevaba a cabo. Entonces unos cuantos bajaban en la madrugada al pueblo. Una vez sacaron al alcalde de la cama y lo llevaron al cuartel de la policía con la promesa de no hacer nada, simplemente querían que los oyeran. Alguien disparó el primer tiro y hay cuatro muertos.

    Cinco hombres, dos mujeres y un niño huyen y se encierran en una choza. La guardia de asalto prendió fuego a la choza y perecieron todos en ella. Imagínate que libertad era ésta.

lunes, 24 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     17     

   
   Los cambios en las condiciones de vida, le han señalado nuevos caminos y actitudes políticas a Briseida. Las convicciones que el padre le ha inculcado empiezan a mostrar los primeros efectos:
Tengo catorce años, pero el porte es de dieciséis. Mi madre me lleva de baile en baile a los centros comunales y en los barrios, exhibiéndome. A los quince empecé a aprender el oficio de modista.

    Quien me inculcó esto de ser modista fue mi madre, asistía a la academia por la noche, cuando salía del trabajo.

domingo, 23 de abril de 2017

LAS CARCELES

                        LO QUE CUESTA UN IDEAL     16         

    
   Los cambios se notan. Todo el mundo quiere afiliarse a algún grupo, quiere tener opiniones. La reacción de la gente al pasar de la represión a la libertad desborda el entusiasmo.

   En mi barrio había cooperativas de la Fraternidad y la Siglo XX, ahora de repente se encuentra uno con la bandera de la UGT o de la CNT. Mi barrio siempre había sido revolucionario, pero clandestinamente, ahora todo es a la vista. Y se hacían mítines.

sábado, 22 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     15          

    
   Mi madre ha cometido el error de querer imponer todo, y así ha perdido. Mi padre no, nunca ha querido imponernos nada. Los tres hijos salimos revolucionarios, los tres admirábamos más a nuestro padre.

    En un baile del barrio conocí a Álvaro, que fue mi primer novio. De él fui aprendiendo que era un anarquista. Nos compenetramos porque era un chico muy dulce y cariñoso. Yo me ilusioné mucho con él. Mi madre se enteró y le dijo que no me buscara porque yo apenas era una niña.

viernes, 21 de abril de 2017

LAS CARCELES

                         LO QUE CUESTA UN IDEAL      14         

   
   --Un día, cuando llevaba a entregar una ropa, uno de un grupo de estudiantes me dice: morena guapa, ¿sabes que ha llegado la libertad? Y  yo le digo: Pues que viva la libertad, si ha llegado.

    Cuando regresaba quede asombrada al ver la cantidad de gente  que bajaba dando vivas a la libertad. A la noche vino mi padre a buscarme a la tienda y fuimos hablando hasta llegar a la casa, apenas entro le digo a mi madre, mamá ha llegado la libertad, ya no tengo que casarme por la iglesia. Y mi madre, zas y zas, dos bofetadas. Yo tenía entonces catorce años.

jueves, 20 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     13           


   Cuando vuelvo, mi madre me manda a las máquinas Singer a que aprenda a bordar. Por ese entonces mi madre cayó enferma y me fui a trabajar a la fábrica de impermeables. Yo con mis doce años no tenía permitido trabajar. Cerraron la fábrica. Mi madre decide que me ponga a coser, y entro en una tienda de ropa para niños en una calle típicamente judía. En esta época llegó la República, y se empezó a dibujar en Briseida el activista de izquierda que había incubado en ella el obrero metalúrgico que le había dado amor y enseñanzas. Al respecto ella cuenta:

miércoles, 19 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL    12           


En la fábrica de pañuelos me pegó una oficial. Yo muy gallarda, me fui a quejar a la jefa. Entonces ella también me echó. Como estaba tan flaca, me enviaron al pueblo de mi padre por seis meses. Cuando regresé mi madre no me reconoció. La estancia en ese pueblo fue una de las lagunas más felices de mi infancia, Era la primera vez que salía de casa.

martes, 18 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     11          

   Las oficiales nos pegaban a las aprendizas. Un día reaccioné y le di un par de tortazos a una de ellas. Inmediatamente la jefa me echó. Era más fácil encontrar aprendices que oficiales.
    Mi madre volvió a encontrar trabajo para mí en una fábrica de pañuelos.

    En los talleres se tenía la costumbre de hablar un poco picante, de hombres y de picardías.  En estos sitios siempre viví con problemas.

lunes, 17 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     10      


   Cuando tengo nueve años, mi madre decide que empiece a trabajar en un taller. Mi padre se opone, pero económicamente hacía falta el dinero que yo ganara.

    El taller se encontraba cerca de la casa donde vivíamos, eran tres oficiales y cuatro o cinco aprendices, se hacían flecos para toallas, mantillas de manola y colchas. Los aprendices sólo hacíamos los flecos de las toallas, además debíamos llevar los fardos con las toallas a los almacenes.

domingo, 16 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     9      


   Apenas hice la primera comunión me echaron.
    Recuerdo las huelgas en La Maquinista porque nos quitaban la leche, no comíamos más que pan con aceite. Quiero decir que las huelgas las recuerdo por el hambre que pasábamos. Empecé a trabajar a los siete años, iba a coser a casa de una modista.


    El ambiente en que vivía Briseida, y cómo vivía, era propicio para moldear el espíritu de un resentido social, el necesario para formar un activista de extrema izquierda. Ella nos da la pista:

sábado, 15 de abril de 2017

LAS CARCELES

                           LO QUE CUESTA UN IDEAL     8     


    Eso lo contaban ellas mismas. “Tú, cómo le haces favores al capataz, tu marido siempre tiene puesto asegurado”.

    En mi barrio estaban “La Maquinista”, con más de cinco mil obreros, “La Piqueta”, dónde trabajaban la reparación de buques, “La Central Eléctrica”, una fábrica de harinas y dos cuarteles del ejército. Al colegio sólo fui a los siete años. El colegio de mi barrio estaba protegido por damas aristócratas. Yo fui muy poco, enseñaban a leer y escribir, pero nada más.

viernes, 14 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL      7      


   Era como un brazo que se desgaja y se mete en el mar. Allí vivían muchos grupos. Cuando desahuciaban a la gente que no pagaba el alquiler, allí iban a vivir. Ha sido trágicamente hambriento. Cuando había mareas y tormentas había desgracias.
    Vivía el hombre de mar, el que sale a la mar cuando puede, que acaba reumático viviendo en condiciones misérrimas. Vendían el pescado estropeado y casi aplastado muy barato y todos en el barrio lo comprábamos.

    Los descargadores de muelle, cuando venían los barcos tenían trabajo y ganaban bien, pero era por temporadas. Las mujeres, para que el capataz les diera trabajo a sus hombres se acostaban con él.

jueves, 13 de abril de 2017

LAS CARCELES

                                        LO QUE CUESTA UN IDEAL      6      

     
   Me gustaba ir a la puerta de la fábrica, yo esperaba emocionada hasta que él venía. Eso era a los siete años.
         A veces el portero me dejaba entrar, y yo veía a mi padre trabajar dentro de una caldera. Me iba corriendo para la casa”
    Conservaba en su mente postales de su entorno y del ambiente de su vida:

    --El nuestro era un barrio de pescadores, descargadores y de obreros metalúrgicos, esencialmente anarquista. Estaba rodeado por el mar, por el rompeolas y por el puerto. Era como un brazo que se desgaja y se mete en el mar. Allí vivían muchos grupos 

miércoles, 12 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     5      

   La diferencia en calidad humana entre mis padres era notable y abismal. El dinero de la lotería se invirtió en un negocio y se perdió. Del hombre guapo y con lotería no quedó más que el obrero metalúrgico, al que había que lavarle la ropa que olía a demonios, porque trajinaba con aceite de ballena”.
    Briseida, contaba los recuerdos de su infancia:

    “De chiquita, por recomendación médica, debía tomar el sol. Cuando mi padre llegaba del trabajo yo estaba lista con mi toallita, entonces íbamos a la playa, tomaba el baño de sol y luego nos íbamos a comer. Los domingos él paseaba conmigo por el pueblo, yo lo cansaba con mis preguntas infantiles, pero él no daba muestras de disgusto.      

martes, 11 de abril de 2017

LAS CARCELES

                         LO QUE CUESTA UN IDEAL      4      ok

    
   “Mi padre contaba que mi madre,  había quedado embarazada de mí en un mal momento económico, a mí esto me ha marcado. El ambiente en mi casa era: mi padre un campesino semi- analfabeta, mi madre, una pequeña-burguesa influenciada religiosamente que había estado a punto de tomar los hábitos”.
    Y nazco yo. Y da la puñetera casualidad que, físicamente, soy el  retrato de mi madre. La gente del barrio me reconocía por el parecido con ella.
     Briseida tenía sus propios conceptos relacionados con la vida familiar:
    “Mi padre era incapaz de leer una carta que viniese a nombre nuestro, nos respetaba, mi madre el respeto no lo conoció nunca. Mi padre que era campesino semianalfabeto, dejaba que fuera uno a contarle, nunca le sonsacaba, nunca  coaccionaba. Mi madre, no. Que te meto un tortazo. Que te estampo contra la pared. Ese era el arrullo.
A mí me molestaba que dijeran 

lunes, 10 de abril de 2017

LAS CARCELES

                          LO QUE CUESTA UN IDEAL     3      

   
   “El recuerdo que yo tengo de mi misma, es el de una niña triste, que no juega nunca. Era la mayor y había que fregar los platos y pelar las papas. ¿Quién hacía todo esto? ¡Pues la mayor, por supuesto! Era la que se quedaba en casa a ayudar a la madre”.
    Briseida fue una persona agradable, sociable y abierta, pero en el fondo era una mujer triste.
     --“No conservo la imagen acogedora de una madre que me lleva a su regazo y me acoge entre sus brazos. La imagen que guardo de ella es desagradable, siempre pegándome y gritándome. Mi madre no me quiso nunca. Yo a ella no la quise con pasión, en cambio a mi padre si lo amé apasionadamente.”
    Briseida cuenta algunas anécdotas familiares, que sirven para formarse una mejor idea:

domingo, 9 de abril de 2017

LAS CARCELES

                         LO QUE CUESTA UN IDEAL      2     

    Ella vivió a lo largo de los años el ambiente denigrante y hostil de diferentes cárceles, donde enfrentó iniquidades y se sobrepuso a humillaciones sin dejar que sus convicciones decayeran. Una existencia que se desarrolló enfrentada a retos, que finalmente despertó en medio de la  pesadilla de un nuevo estilo de prisión sin rejas, pero con carceleros más crueles y despiadados, que plantean nuevos retos e imponen nuevas condiciones                       

sábado, 8 de abril de 2017

LAS CARCELES

                           LO QUE CUESTA UN IDEAL    1      
                                      Ángel Contreras


    Briseida había vivido la mayor parte de su juventud en diferentes cárceles, pagando el precio de sostener unos principios ideológicos heredados de su padre izquierdista, y aupados por el carácter dominante de su madre.
    Hoy, tres años después de haber logrado la libertad añorada, hace un recuento del camino y los acontecimientos vividos a lo largo de casi treinta años de su vida.

“Soy el espíritu de un pueblo que se rebela ante el autoritarismo de un gobernante. Una confrontación desigual desde todo punto de vista. Pero el valor de mis ideales siempre estará enfrentado con el poderío físico y político ante la debilidad de un pueblo sometido”.

viernes, 7 de abril de 2017

LAS CARCELES

  Esta clase de relatos son frecuentes en sociedades que viven conflictos que se hacen interminables, porque forman parte de la historia de la humanidad que desarrolla su existencia en medio de dos fuerzas siempre antagónicas.
    Este texto, más que un cuento, o un relato, es una reseña del libro escrito por Consuelo García titulado “Las Cárceles de Soledad”. Se ha procurado aislar del ambiente español para trasladarlo a un ambiente más universal, pensando que  la situación de refugiado se vive en muchos lugares del mundo. Esperó haber avanzado, aunque sea en una pequeña parte en ese interés.


jueves, 6 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                           EL COLECCIONISTA DE POLVOS    12     
                                       

  -- ¡Traspáseme, don Socorro de Palomín, no se prive! Traspáseme, don Socorro, no se prive! ¡Traspáseme, don Socorro de Palomín, no se prive!
   -- Y así hasta cien veces.
   -- ¿Cómo lo sabe?
   -- Ya lo ve, ¡lista que es una!
   Don Socorro de Palomín Minguez, el coleccionista de polvos casuales, murió con las botas puestas (y los dientes, las uñas y el capote limpios) el día de San Romualdo del año pasado y mientras se follaba a  Chus, la tiple ligera, en el tejado las Adoratrices.
Descanse en paz.




miércoles, 5 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                          EL COLECCIONISTA DE POLVOS    11      
                                         
 ¡
   -- ¡Qué bendición de Dios!¡Avemaría Purísima!¡Virgo potens! Barbarus hic ego sum, quia non interlligor ulli! ¡Olegario Mascareñas! ¡Viva la cultural leonesa!
   -- ¿Pero qué dices—exclamó la rústica fámula Conchita desabrochándose el sostén.
   -- ¡Lo que me sale del huevo y a ti no te importa, irrespetuosa doméstica! ¡Ponte en facha que voy!

   -- La rústica fámula se tendió sobre la gavilla de mies mientras, con un hilo de voz, exclamaba:

martes, 4 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                          EL COLECCIONISTA DE POLVOS    10      
                                          

   -- ¡Por el duque de Ahumada que no había caído!
   -- Pues caiga, usted, y percatarse, que no todos los días se a topar con un testibizco en buen estado.
   -- ¡Anda! ¡Pues también es verdad, no crea!
   Don Socorro de Palomín y Mínguez, el suegro, era  por antonomasia, era ciclan, característica que ignoraba casi todo el mundo ya que su monogüevo, arropado en el  enmarañado bosque peluquero y ventral, no dejaba perspectiva suficiente.
   -- ¡Y se las arregla?

   -- ¡Huy, ya lo creo! Se las arregla como nadie porque, como toma hipofosfitos es muy prepotente y fecundo.

lunes, 3 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                          EL COLECCIONISTA DE POLVOS     9     
                                          
  
   -- ¡Qué delicadeza!
   --  Pues, sí, bastante, La Sonsolitas siempre dispuso de ideas muy propias y muy utilitarias.
   Don Socorro tenía a don Efrén trincado y al borde de la taxidermista, cuando los civiles irrumpieron oportunos.
   -- ¡Alto a la autoridad! ¡Vade retro, mamonazo! ¡Dese preso don Socorro de Palomín Mínguez y suelte al capador en el acto!
   -- ¡Va, hombre, va! ¡Nuestra señora de la regla, que prisa le entra en algunos momentos! ¡Pues anda, hijo: por un capador que uno quiere disecar de recuerdo…!Además, guardia, ¿se percata usted del presunto disecado mira contra el gobierno con las pelotas.



domingo, 2 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                          EL COLECCIONISTA DE POLVOS    8      
                                       

   -- Decidme, padre: cuando poseo a mi señora, ¿cometo pecado de bestialialidad?
   -- No hijo –probó a responderle el tonsurado inclusero--, recuerda la palabra de San Pablo cuando advierte el desposado que, el sacramento del matrimonio, esposa se lleva no cabra, ni camella, ni oveja, ni pata lasciva y extrangulable.
   -- ¡Ah, ya!
   -- A don Socorro de Palomín Minguez lo detuvo la guardia civil cuando quiso disecar a don Efrén Formage y Cudillero, el legítimo esposo de su hija Sonsolitas, dama que tañía la cítara con la espina de rosa de Jericó que guardaba en el sobaco, pegada con papel celo.


sábado, 1 de abril de 2017

LOS POLVOS DE CELA

                         EL COLECCIONISTA DE POLVOS   7    
                                      


   Entonces doña María de los Sagrarios Manzo y del Cebollino-Tarraja, que tenía la mirada lírica y aguanosa y el cuero del bajo vientre apestándole a chotuno corrupto, acogiéndose a la ley del divorcio, plantó a su esposo, don Castro Bermúdez de la cojona y manso (eran primos) porque éste, habiendo que hubo ido a confesarse con su director espiritual, el canónigo  penitenciario de la Santa Iglesia Catedralicia Rvdo. P. Don José Expósito, fue y le dice: