LO
QUE CUESTA UN IDEAL 19
Fui
con mi hermana y mi madre a bailar a la fiesta mayor de Gracia. Allí fue donde
conocí a Rafael. Me impresionó a primera vista, luego se puso muy pesado, tuve
que decirle: “oiga, déjeme bailar con los demás”. Y empecé a hacerlo con todo
el que me hiciera señas.
Luego empezamos a hablar, yo le dije que mi
padre era socialista, él me habló muy mal de los socialistas y me dijo que yo
era socialista, nada más que por amor a mi padre. Y era verdad, mi padre con su
amor y su respeto lo había determinado así. Mi madre con su coacción había
logrado que yo fuera antirreligiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario