El sentido del humor de Frida se dispersaba por donde iba pasando. Para detectarlo sólo se requería afinar la mirada y recordar que ella era un ser de la tierra. De hecho si yo debiera definirla, lo haría con el menor número de palabras: Amorosa, Valiente, Derecha, Espontánea, Generosa.
Mi tía, Matilde Kahlo estaba casada con un señor español dueño de un negocio llamado "Casimires de México". Mi tía Frida la había ayudado a huir con ese novio que luego fue su esposo. Mi abuelita se enojó mucho cuando lo supo- En cambio mi abuelito Guillermo la buscó hasta encontrarla, también gracias a mi tía Frida.
Siempre que mi tía pasaba bajo el árbol y me veía dentro de la casita, me decía: "Ya bájate, Isolda, ¿Qué te parece si mejor te pongo una tienda de abarrotes" Con ese juego obtuve mis primeras experiencias acerca del valor del dinero y supe como funcionaba el comercio.
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