Lulú
Nos sentamos en la barra, el taburete era alto, la falda se tensó sobre mis muslos. Crucé las piernas y resultó peor.
-- ¿Qué quieres?
-- Me quedé pensando, en realidad no lo sabía, Pablo se dirigió al camarero sonriendo
-- Se llama Lulú... yo no comprendí nada
Cuando nos marchamos, el camarero se despidió muy ceremoniosa mente
-- Eres una niña encantadora, Lulú
Yo ya estaba harta de sonrisitas enigmáticas. No es que no fuera capaz de imaginarme posibles desarrollos , es que los descartaba
Fuera hacía mucho frío, el me pasó un brazo sobre el hombro, algo que no quise interpretar, anduvimos en silencio hasta el auto. Volví a preguntar:
-- ¿Me vas a llevar a casa?
-- No
-- Dentro del auto se quedó mirándome. Después me metió la mano entre los muslos y la lengua en la boca, y yo abrí las piernas
-- Estás empapada...palabras sorprendidas y complacidas, sonaban muy lejos. Me lamió la cara, la barbilla y entonces decidí no pensar más, él pensaría por mí
No hay comentarios:
Publicar un comentario