George Sand
Aurore partió inundada de dicha. Por fin había encontrado un alma grande y bella, un hombre al que podía tomar por guía. Su marido la llevó a pasar algunos meses fuera.
En cuanto a su corazón, se sentía desgarrada. El temor a perderle había hecho que Casimir se mostrara más complaciente.
Aurore se reprochaba; "Amo más a Aurelien -se decía, pero la necesidad de ocultar lo que pasaba la hacía terriblemente desgraciada. Pasaba por esos grandes momentos de conciencia que dan a las mujeres los dulces placeres.
Invitados por Zoe, los Dudeband pasaron por Burdeos. Aurelien fue a saludarlos al hotel, ella quiso aprovechar un momento que Casimir los dejara solos para hacer comprender a Aurelien la necesidad de una ruptura.
La conversación se hizo patética, desfalleciente ella se apoyó en él, su marido entró bruscamente, la encontró con la mejilla apoyada en el hombro de su amigo.
Aurore era novata, le suplicó perdonarla, el pobre poco dotado para el drama no sabía cómo reaccionar, no quería hacer un escándalo
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