Desde ese instante su vida social se desarrollará de acuerdo con un plan erótico, puesto que no se puede separar el bien del mal, para entregarse alternativamente al uno o al otro.
Sade lo confesó. Hay almas que parecen duras a fuerza de ser susceptibles ante la emoción y llegan demasiado lejos; lo que les atribuye despreocupación y crueldad.
Inflingir un placer: Sade lo advirtió ciento cincuenta años antes que los psicoanalistas . El verdugo se regodea viendo a la crédula enamorada desmayada de voluptuosidad y de reconocimiento. Confundir la maldad con la ternura fue seguramente lo que animó a Sade a engendrar tres hijos en su mujer. La virtud se ha hecho la aliada del vicio y su esclava.
Durante años la marquesa de Sade ocultó las faltas de su marido, favoreció la intriga de su hermana con el marqués y las orgías del castillo. Hasta se transformó en delincuente cuando, para destruir acusaciones ocultó los cubiertos de plata
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