La Niña Mala...
¿Te creías que iba a hacer esto por tí? ¡Pero quién eres tú!...te morirías si supieras cuánto te desprecio, cobarde.
En mi cuarto de hotel, me tendí sobre la cama, me sentía fatigado, dolido y ofendido...
Todo el tiempo me repetía como un mantra "Es tu culpa, Ricardo". La conocías, sabías de lo que era capaz. De que te quejas...de que te lamentas, eso eres, todo lo que ella te ha dicho y mucho más.
Cuando despuntó el día preparé mi maleta y llamé a Japan Airlines para adelantar mi regreso a París, Conseguí sitio en el avión del medio día a Seúl, llamé a Salomón para despedirme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario