La Niña Mala...
Salí a esperar a Salomón, tardamos más de una hora en llegar a Narita, en el trayecto mi amigo me preguntó si hubo algún problema con Kuriko o con Fukuda y yo le aseguré que no.. No me creyó pero no insistió.
Llegué dos días después a París, decidido a no dejarme abatir, a vencer a la depresión que me socababa. Arrastraba mi cuerpo, rogué al señor Charmés que me consiguiera muchos contratos, porque necesitaba amortizar una deuda importante...
No hay comentarios:
Publicar un comentario