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miércoles, 22 de diciembre de 2021

 Verdades...

Para ti, soledad, para ti canto. Quisiera cantar  mejor, ser más melodioso. Pero es lo que tengo.

   Vuelvo a experimentar la época inolvidable en que llegue, cuando vagaba por la calle perplejo y cuando hambriento, cuando sentía la sensación de asfixia.   El viento del recuerdo me lleva a una escena ingrata, por lo humillante que es recordarla y, aún más, por lo humillante que es no olvidarla. En el  44 o 45, vivía en una casa del barrio,.. por allá en la carrera octava entre calles 20 o 22. Recuerdo que él me llevó de la mano, bajamos por la calle hasta llegar a la carrera diez, dónde él tenía una peluquería  situada en un local casi en la esquina. 

   La peluquería no la abría los domingos, era un domingo por la tarde. Dentro de los utensilios de trabajo tenía una faja de cuero ancha y gruesa en la que amolaba la barbera. Me hizo desnudar y con esa faja de cuero me dió soberana muenda, o cueriza. Ese momento es un recuerdo ingrato. Tendría, tal vez, un poco más de cuatro años.

   Soledad me has oído cantar y te has quedado fría, la canción es demasiado real, pero no suficientemente bella.

   No sé  como reaccionaría mi mamá ante ese hecho. De ese momento no me quedó sino el amargo recuerdo. Lo que sí puedo decir, sin temor a exageración alguna, es que nuestra vida en esa época fue un incesante trasegar. Recuerdo que en una de las casas donde vivimos, vivía una familia muy fiestera, y en una de las fiestas, además de la orquesta, se celebraba con "sifón". En ese momento fue cuando conocí la "ebriedad". Debía tener un poco más de cinco años, seguro me pegué a la llave del sifón. Sólo recuerdo que desperté al día siguiente, navegando en vómito.

   No cuento los días, pero mi espíritu sigue soñando, hay intervalos intercalados entre los sueños, la conciencia de ellos se va esfumando, el mundo que los rodea aparenta desintegrarse y deja lunares en el tiempo.

   El tiempo es un cáncer que se consume a si mismo, y cuando el gran silencio se ponga sobre todo, y los sueños hayan triunfado, y regrese la matriz -el caos- será la partitura para cantar la realidad. De pronto estoy pensando de más...   ...

   

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