PARÁBOLA DE UN SOLITARIO
¿Cuánto tiempo hacía que se habían impuesto
las pesas y medidas? Sólo había balanzas. Las telas se medían con el brazo y
todo el mundo sabía que un brazo de hombre con el puño cerrado, hasta el codo,
media una vara.
Todo el mundo también sabía que un
candelabro de `plata pesaba una libra doscientos gramos y uno de latón, dos
libras. En aquel pueblo pocos confiaban en las medidas y las pesas. Pesaban con
las manos y median con el ojo.
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