CONSTANTINA 7
Casi todos tenían cuerpos bien
constituidos. Las bocas estaban armadas de dentaduras ávidas. Todos sentían el
drama, pero no ese drama representado entre candilejas. ¡No! Dramas vivos y
mudos que conmueven vivamente al corazón
más duro. Dramas que caminaban
La solterona vestía de una forma
capaz de asustar al Ángel de la guarda. Debió haber sido una joven bonita y
bien formada. ¿Qué ácido habría corroído sus formas? ¡El vicio, el desengaño,
la avaricia, la prostitución!
¿Habría tenido una juventud insolente y ahora una vejez que ahuyentaba?
Su arrugada cara amenazaba y su mirada
daba frío. Según ella había cuidado a un anciano prostático que había sido
abandonado por sus hijos.
Este anciano al morir le había legado una renta vitalicia. Las pasiones
habían dejado sus huellas.
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