CAÑASGORDAS 30
Comenzó mi primo a perseguir a la muchacha
con su amor desesperado y loco; pero en esa plebeya de diez y ocho años mi
primo encontró una roca.
Al fin convino en casarse. Pero él le hizo
ver que todavía era hijo de familia, que su madre no daría su consentimiento
para ese matrimonio y que era preciso celebrarlo en el mayor secreto, pero que
él tenía veinticuatro años y que al
cumplir los veinticinco publicaría su enlace y la presentaría como su esposa
legitima
-- Primo, vengo a exigir de usted un gran
servicio. He resuelto casarme con Dolores.
-- ¿Casarte con Dolores Otero? ¿Estás loco? ¿Piensa
siquiera lo que dices?
-- Lo tengo bien pensado y es cosa resuelta.
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