CAÑASGORDAS 31
-- Y cuál es ese favor?
-- Que me sirva usted de padrino en unión de mi
amigo Juan, que está aquí presente. Nos dirigimos al barrio La Ermita,
una cuadra debajo de esa iglesia, y en un caserón viejo vivía el Padre Andrade,
nos abrió la puerta porque estaba esperándonos. Mi primo le había rogado que lo
casara encargándole el secreto
Llegamos a la casa de Dolores que me
pareció muy modesta. Al ver tan soberana belleza disculpé el frenético amor de
mi primo, la saludé con cariño, pues me seducía su recato, enseguida se celebró
la ceremonia. A los diez minutos estaban ya casados.
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