La noticia fue que Brando iba a interpretar el papel de Marco Antonio en la versión cinematográfica de Julio César.
Algunos intelectuales de la industria cinematográfica comprendieron lo astuto que resultaba ofrecer a Brando el papel de Antonio, el enamorado de Cleopatra a su vez amante de Julio César.
Brando se sentía indeciso ante la aceptación del compromiso. Sólo había interpretado a Shakespeare en sus años de estudiante y se preguntaba si poseería los recursos vocales y la destrezas en el campo profesional.
Antes de aceptar el papel de Antonio, Brando realizó varias pruebas. Los resultados, al parecer, no le disgustaron pues firmó el contrato inmediatamente.
Pocos días después decía a un periodista:
--Sea cuál sea el resultado, será para mí una valiosa experiencia. Se tomó el desafío muy en serio
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