Me volví y quede mirando. Hubiera sido más fácil sentir compasión por Rojas, pero, sabía que era algo que él hacía, un ritual para desahogar su enojo cada vez que perdía un paciente.
Otros se ponían a hacer crucigramas, ol se hacían cortar el pelo. En el laboratorio, los patólogos, de pie ante una mesa examinaban los tejidos destinados a una biopsia.
Esta biopsia era un pedazo de pulmón. La tarjeta que lo acompañaba llevaba el nombre del paciente quien se encontraba en el quirófano con el pecho abierto. Los cirujanos esperaban el diagnóstico patológico antes de seguir con la operación. Si trataba de un temor benigno, extraerían, simplemente el lóbulo del pulmón. Si era maligno extirparían todo el pulmón y los ganglios linfáticos.
"Examen microscópico, sección congelada. Las células son irregulares. Hay algunas células gigantes multinucleadas. No hay ninguna cápsula claramente definida. Diagnóstico: Cáncer maligno primario de pulmón
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