El novio de Flora...la ilusión de la boda iluminó la oscuridad de su tugurio. La ley francesa sólo reconocía el matrimonio civil. Flora era hija bastarda. El choque la hirió.
Su fracaso desembocó en sentimientos de ira, de venganza, ¿Contra quién? ¡Contra el registro civil que desconocía un acto tan solemne como el matrimonio civil de su madre.
La iglesia de Teresa en la tierra, había perdido privilegios seculares. Su madre no había sido capaz, Flora iría algún día al Perú, los Tristán reconocerían la santa unión de sus padres y Flora levantaría la frente con dignidad, con altivez.
En la calle del "Gato que pesca" no se vió mujercita que caminara con más garbo que Flora Tristán.
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