-- Puedes hacer esto como una obra de arte, un teatro de la historia. La literatura, la pintura, hasta la música no son más que intentos de volver a capturar sensaciones y épocas perdidas.
Las descripciones que hacen los creadores se encuentran con paisajes donde descubren el misterio de ser poseídos por sus personajes o por algo que no logran explicar. Existen los clásicos porque siguen inmersos en los dramas, reviviendo las mismas historias. Tu piensas más libremente en el amor porque nadie te obligará a casarte por razones de Estado, pero en el momento del amor no serás muy diferente a Juana.
-- Sólo me contarás una historia. Si lo haces bien no me costará entrar en ella, al menos puedo intentarlo. El asunto de los celos, por ejemplo. Manuel aprovechó que iba sentado a mi lado para hacerme preguntas sobre las materias que prefería.
Fue en esa conversación donde me enteré que era profesor y hacía una investigación sobre Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Me preguntó si sabía algo de esos personajes.
-- Muy poco, le dije, ¿no era acaso la reina que enloqueció de amor? Eso decía la leyenda. La verdadera historia se presta a otras interpretaciones, pero a pocos le interesaba profundizar. Juana era la madre del Emperador Carlos 1 de España...
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