La Historia de Rosa...
Floresmiro Altagracia cuenta:
El viaje de un centenar de príncipes en un yate los ha entretenido muchísimo. La coronación de la reina era un tema patético, sentimental.
El crucero de la sangre azul es un episodio excitante. Los príncipes jugaron a ser hombres, surgieron situaciones divertidas. La patología de tal entretenimiento es grave, uno se entretiene mucho con una contradicción, dicho de otro modo, los príncipes son de una esencia sobrehumana y cuando toman ciertas formas de vida democrática, sólo se trata de una encarnación contra natura.
Los gastos neutros de la vida cotidiana en el yate cobra un carácter de audacia, como esas fantasías donde la naturaleza transgrede sus reinos ¡Los príncipes se afectan solos!
Este rasgo fue comentado por la gran prensa, como un acto increíble , cómo si con él, los príncipes arriesgaran con él toda su realeza y ese acto afirmara su fe en la naturaleza indestructible de la misma..
El mayor de ellos llevaba una camisa de mangas cortas, la princesa un vestido estampado, es decir no exclusivo, cuyo dibujo puede encontrarse sobre el cuerpo de simples mortales....
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