La Niña Mala...
Hablaba con tranquilidad...No parecía hacer un número de autocompasión.
- ¿Intentastes suicidarte cuando el gran amor de tu vida de dejó?
-- Siempre me dijo que un día se cansaría de mí. Estaba preparada.
-- Hablemos de otra cosa, ¿qué haces en París? ¿De qué vives?
-- Estuve presa en Lagos, un par de meses. Cuando por fin pude salir de la cárcel, Fukuda me prohibió volver a Tokio, estás quemada, Kuriko. Ni siquiera me pagó el pasaje a París. Es lo más opuesto que a tí que hay en el mundo. Por eso Fukuda es rico y poderoso.
-- Gracias. Después de todo, lo que me has dicho es un elogio
No hay comentarios:
Publicar un comentario