EL
HUÉSPED 28…
Todo
esto me lo contó mi marido y me enseñó una convocatoria que había recibido ese
mismo día y se ordenaba su presencia.
Eso ya era malo, pero faltaba lo peor; yo había notado que cuando
Gorgiano venía me hablaba mucho a mí. Había despertado en él lo que él llamaba “amor”.
En una de esas idas me agarró en sus poderosos brazos, me abrazo, me
cubrió de besos y me rogó que me escapara con él, en esas entró mi marido y lo
atacó. El dejó sin sentido de un golpe a mi marido y huyó de la casa. Esa noche
hicimos un enemigo mortal…
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