EL
ABUELO
23…
El rostro recordaba el de un duende, redondo, con la frente abombada, el
cabello peinado hacia atrás y los ojos negros y brillantes, estaban unidos a un
cuerpo pequeño y flaco. Aquello me miraba muy seriamente.
-- ¡Hola!, me dijo.
-- ¡Hola! Contesté parpadeando.
-- Soy Beatriz.
-- Ya lo había deducido. Beatriz, la hermana de Soledad, tendría unos
trece años.
-- Tú eres el novio de Soledad,
afirmó Beatriz. Pero has venido con el detective Tavera. ¿Por qué has venido con él?
-- Es amigo mío.
-- ¿Sí? No me gusta. No pienso decirle nada.
-- ¿Nada de qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario