PARÁBOLA DE UN SOLITARIO…
Le
habían cambiado el secretario un joven perezoso y de buen carácter, y la mujer dormía en la cocina, llegó el
invierno que fue implacable, el termómetro marcaba una temperatura muy baja.
El inspector de pesas y medidas estaba sólo
y pensaba en el aspecto que tendrá la casa cuando regresara. Su mujer se irá a
la cocina en cuanto él llegue, la criada también, ni siquiera la gata se
acercaba para que la acariciara como en otros tiempos. En sus ojos reluce el
odio. A pesar de todo, decide regresar a la casa.
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