PARÁBOLA DE UN SOLITARIO…
En
un cielo azul y pálido estaban frías, eternas y espléndidas las estrellas,
parecía como si desde las alturas iluminaran los crujidos y los estallidos.
Muchos se vistieron a toda prisa y se
dirigieron al río, vieron como el hielo se reventaba en el rio. Algunos
saltaban con infantil alegría y luego se alejaban veloces con el farol en la
mano, Por primera vez desde su llegada el inspector empezó a hablar con los
habitantes de la pequeña ciudad, le preguntaban de donde venía y que se
proponía hacer. Él les respondía amable y satisfecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario