PARÁBOLA DE UN SOLITARIO
Ángel Contreras
La función de Bernardino Apraez consistía en
verificar las pesas y medidas. Por eso, a intervalos irregulares y de manera
aleatoria examinaba esos elementos. Lo acompañaba un guardia y el estado
castigaba fuertemente al falsario pues se consideraba que un falsario era lo
mismo que un ladrón.
El área a cargo de Bernardino era bastante
extensa, comprendía cuatro grandes aldeas, y dos pueblos importantes. Para
desarrollar su tarea el inspector utilizaba un coche de dos plazas tirado por un
caballo
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