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miércoles, 11 de abril de 2018

TESTIMONIOS


                                     ORTEGA  Y  EL LIBRO                                                
                                             LAS IDEAS    1   
   
    La novela ha de ser lo contrario que el cuento. El cuento es la simple narración de peripecias. El acento en la fisiología del cuento carga sobre éstas. La aventura no nos interesa, a lo sumo, interesa sólo al niño interior que, en forma de residuo todos conservamos. Es muy difícil que hoy quepa inventar una aventura capaz de interesar  una sensibilidad superior.
   Pero ahora llama la atención sobre un defecto de análisis que nos hace atribuir nuestro aburrimiento en la lectura de una novela a su “argumento” poco interesante. El que medita sobre ello, reconocerá la imposibilidad de inventar nuevos argumentos interesantes.
   No, no es el argumento lo que nos complace, lo que nos deleita. Una narración somera no nos sabe, necesitamos que el autor se detenga y nos haga dar vueltas en torno a los personajes. Entonces nos complacemos al sentirnos saturados de ellos y de su ambiente, al percibirlos cómo viejos amigos

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