LA CONCIENCIA 8
Cuando se
despiertan los recuerdos, ella olvida el pecado y la culpa, y evoca los
momentos de felicidad y se deja embriagar por una exaltación que nada tiene de
natural.
Una vez, Celia me escribió una esquela
que contenía estas palabras:
"A veces era tan espiritual, que
como mujer me sentía anonadada; pero luego se volvía tan
desenfrenadamente apasionado, que yo casi temblaba por él" A veces,
también, se me abandonaba enteramente, pero, al querer asirlo con mis brazos,
todo desaparecía y yo abrazaba “las nubes". Sólo a través de él pienso
cada pensamiento mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario