COSAS PARA CONTAR
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Mi actitud ha sido de una discreción
distante. ¡Ah! Si cualquiera de los dos hubiese escuchado mi alma, tal como yo
podía escuchar la de ellos…
El momento de estar comiendo es cuando
aflora toda la bajeza y la suciedad de las almas. Al principio se muestran
prudentes, pero después terminan por revelarse tal como son, olvidándose de
toda compostura y de que alguien está captando sus defectos y sus infamias.
Una de las alegrías de mi oficio consiste en
coleccionar opiniones, clasificarlas y retenerlas en mi mente a la espera de un
momento propicio para usarlas como un arma terrible y justiciera.
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