LA QUERENCIA 9
Frente
al restaurante había un pequeño parque, él estaba sentado en un banco amarillo
desde el cual se veía la puerta del restaurante.
Ella
salió muy nerviosa. En aquel momento supo que el hombre desconocido le estaba
predestinado.
Lo
acompañó a la estación y al despedirse él le dio la tarjeta y le dijo: Por si
alguna vez viene.
Junto
con la tarjeta le entregó las instrucciones de la casualidad. (el libro, la
música, el número seis, el banco amarillo en el parque) Fueron aquellas
casualidades, las que pusieron su amor en movimiento que ella no agotará hasta
el fin de su vida.
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