6 EL
ALFILER
Cuando eso sucedió,
la primera reacción fue de aceptación, aunque no negó el impacto que le causó,
porque lo sintió como algo normal.
Pero la procesión apenas había iniciado, el
encuentro con ella y su pareja había surtido el efecto despertador. Trajo el
eco de la campanilla que no cesó en su tintineo que quiso superar guardando
para él la sensación.
Se hizo a la idea de conservar la dignidad
creyendo que el mejor remedio era el silencio.
Y así transcurrieron los días y el alfiler
dejaba sentir la intensidad del puyazo. Para esta época los encuentros ya eran
más esporádicos. Desafortunadamente la parca se hizo presente en la vida de
ella.
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