SUBLIME 19
Es un amor desinteresado. Ella no quiere
nada. Es posible que amemos porque deseamos ser amados, porque queremos que el
otro nos de algo, en lugar de aproximarnos sin exigencias y querer sólo su
presencia.
Y algo
más; ella aceptó a Karenin tal como era, estaba de antemano de acuerdo con su
mundo canino, no pretendía quitárselo. No la educó porque quisiera
transformarla, sino para enseñarle un idioma elemental que hiciera posible la
compresión, la vida en común. El amor hacia la pareja era voluntario. El tiempo
humano sigue una trayectoria recta, es el motivo por el cual el hombre no puede
ser feliz, porque la felicidad es el deseo de repetir.
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