OTRA BATALLA 5
La bomba, de
gran potencia, había estallado allí. Había muerto casi todo el mundo, meno
ellos. Venían de ayudar a los bomberos a sacar los heridos de las casas.
El cantinero
llegó con una botella de aguardiente en la mano;
-No tengo yodo-dijo-echándoles
aguardiente en los arañazos. El aguardiente es buen desinfectante.
Todos hablábamos
alto, la explosión nos había ensordecido. Pero aún se oía el telégrafo a pesar
de la conmoción. La telefonista habló para decir que las líneas estaban
interrumpidas. Vivíamos en un pequeño oasis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario