037 LAURA R.
La Doncella se negó a familiarizar la criatura con sus hábitos de higiene, tampoco le enseñó a peinarse, ni a sonarse las narices, a jugar con muñecas. No se ocupó de que la niña asumiera actitudes femeninas.
Pata de Cabra se inició en la vida como criatura sin límites, en una mezcla de lo humano con lo animal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario