La puerta se abrió, apareció un hombre con una camilla llevando un cuerpo, nos miró y dijo:
-- ¿Randall?
-- Sí, dijo Hendricks
-- ¿Que mesa prefiere?
-- La del medio
Llevó la camilla a la mesa y pasó el cuerpo. Hendricks firmó
-- No estoy muy acostumbrado a esto -me dijo Hendricks. Sólo he hecho una autopsia, nada parecido a esto
-- ¿Cómo fue que lo eligieron? -pregunté
-- Supongo que fue casualidad, oí decir que Weston iba a hacerlo
-- Bien -dijo Hendricks- vamos a empezar
Las autopsias nunca son agradables. Y son deprimentes. Yacía desnuda sobre su espalda. Mientras Hendricks terminaba de lavarse, miré el cuerpo y toqué la piel, Hendricks tomó tres fotos desde ángulos distintos
-- ¿Tienes su historia clínica? -le pregunté
-- No, la tiene el viejo. Todo lo que tengo es el sumario del forense
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