El autor sabe acercarse con curiosidad y respeto, pero sin reverencias. La obra está ahí, un monumento aparentemente sencillo, que no es fácil describir ni analizar.
Si se hiciera un recuento de algunos autores cinematográficos, encontraríamos que los libros sobre el cineasta de Calanda son innumerables.
No vamos a hablar de mono grafías -sino de volúmenes -, de esa invención que alberga memorias inmensas y desconcertantes que siguen siendo el máximo fetiche cultural redactados en tiempos de barbaries.
Un libro nuevo. No hay manera de conciliar con arreglo a otro anterior. De acuerdo con ellos, el autor ha sabido ofrecer lo que estábamos deseando hallar: una visión honda, exhaustiva y densa sobre Buñuel y su obra.
Este director de cine fue un hombre singular y su huella cultural sigue viva, aunque el paso del tiempo la haya hecho palidecer de escándalos y controversias de otros investigadores que intentan estudiar el futuro inmediato escondido en las obras de tan curioso y polémico creador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario