Sade
Ahora a los cincuenta y tres años, el 23 de marzo de 1794:
Talla, cinco pies, nariz mediana, boca pequeña, mentón redondo, cabellos rubio-grisáceo, frente alta y descubierta, ojos azul claro. Ya había perdido su "figura".
Había escrito desde la Bastilla:
"Por falta de ejercicio he adquirido una corpulencia enorme que apenas me deja mover.
Esa corpulencia impresionó a Charles Nodier en 1807 en "santa Pelagia". "Una obesidad enorme que entorpecía sus movimientos" Sus fatigados ojos conservaban la brillantez.
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