Salomé
Al rededor de los treinta años, Lou abandona la metafísica para explorar lo que hacen las mujeres con su sexo. No se le conoce la menor aventura pero lo que escribe refleja una ardiente reflexión sobre la sexualidad femenina, aunque nunca habla de la suya. Lo seguro es que esta sexualidad está viva.
Es un periodo durante el cual escribe cosas terribles. Por ejemplo , una carta para Frida Von Bürlow, su dulce amiga, "Ser y no aceptar el destino con un componente erótico significa al mismo tiempo privarse de todo lo que un ser humano es capaz en otros terrenos"
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