La Historia de Rosa...
Iconografía
Una carta de triunfo; la cabeza encantadora. Completada con el hábito y la vara del peregrino.. Así se encuentran juntas la leyenda y la modernidad.
El corte de pelo, casi ralo, sin fijador y sobre todo sin forma. El corte de la cabeza encantadora, concebido para alcanzar un equilibrio entre el pelo corto y el pelo descuidado, incorpora el arquetipo capilar de la santidad.
El corte cero muestra al franciscano, concebido para no contrariar la apariencia de la santidad, el corte disfraza a la cabeza encantadora. Igual mitología en el caso de la barba. Ésta puede ser el atributo de un hombre libre, libre de las convenciones de nuestro mundo, la fascinación puede tener este tipo de precio. Pero la barba también posee su pequeña mitología. No se es barbudo por azar, es, sobre todo, atributo.
No puede dejar de significar apostolado. A la jerarquía política le parece más libre, casi; un francotirador, en una pàlabra, más primitivo, beneficiado con el prestigio de los primeros solitarios...
Me pregunto sobre el consumo que el público hace de esos signos. Lo veo por la identidad de una morfología y una vocación. Veo que no duda de una porque conoce la otra, y que tiene la experiencia del apostolado, me inquieto por una sociedad que al consumir tan ávidamente el alarde de la caridad olvida sus consecuencias, sus usos y sus límites.
Me pregunto si la iconografía no es la coartada que utiliza la cabeza encantadora para sustituir impunemente la realidad de la justicia, con caridad...
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