Martín Lutero...
El grado de maestro para el que Lutero se preparaba con vistas al derecho, también lo capacitaba para vestir los hábitos. Toda la enseñanza estaba orientada para inculcar Temor a Dios y reverencia por la iglesia.
Era extraordinariamente sensible y estaba expuesto a períodos de exaltación o depresión de espíritu. Demostraba una prodigiosa capacidad para el trabajo de un elevado orden.
Como hombre de la Edad Media, sabía que el único camino seguro era aprovechar todos los auxilios que la iglesia ofrecía. ¿Y qué mejor que tomar los hábitos?. Todo esto, por supuesto, eran creencias populares, por más que fueran rechazadas por teólogos.
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