Martín Lutero...
Desconcertado, rechazado,, cercenado, restringido, Lutero hizo lo que pudo. El testimonio más impremeditado fue su propio matrimonio. Por lo menos establecer la rectoría protestante, cuando los monjes empezaron a casarse, exclamó: ¡Cielos! ¡no me darán a mi una esposa!.
No sólo los monjes, sino también las monjas estaban abandonando los claustros
El trece de junio, Lutero se desposaba con Catalina von Bora y a los ojos de la Ley era ya un hombre casado. La ceremonia pública que siguió fue solamente una fiesta para anunciarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario